Mestalla no aguanta más: pañolada, pitada y persecución al coche de Baraja
El Valencia volvió a perder un nuevo partido y los aficionados han explotado por el rendimiento del equipo y la actitud de Peter Lim

Javi Guerra, durante el Valencia - Rayo Vallecano.
Desde que Peter Lim se hizo con el control del Valencia el club de la ciudad del Turia parece ir cuesta abajo aunque hay que recordar que hace unos años conquistaron una Copa del Rey. Pero, si miramos al cuadro che en LaLiga, los últimos cursos han vivido la misma tónica que es el de luchar por salvar la categoría en vez de pelear por puestos europeos tal y como han hecho históricamente.
Es cierto que por culpa de la DANA tienen dos partidos pendientes por disputar, pero los de Rubén Baraja están en puestos de descenso y la derrota de este sábado frente al Rayo Vallecano no hace más que avivar la mala situación que atraviesa el club. Porque esto va más allá de lo deportivo. En lo institucional, los socios del Valencia están hartos de un Peter Lim al que parece que le da completamente igual lo que pase con este histórico club de nuestro país.
La derrota por 0-1 frente al Rayo Vallecano ha vuelto a hacer explotar a la afición, ya que desde que se escuchó el pitido final dedicaron una sonora pitada a los futbolistas y también dedicaron una importante pañolada. Hay que recordar que frente a Las Palmas se produjeron disturbios tras el encuentro con la quema de contenedores y la intervención de la Policía Nacional.
Rubén Baraja ha quedado muy tocado tras esta nueva derrota y parece que ha dejado de ser aquel salvador que vino para rescatar al Valencia. "¿Estás loco o qué? ¿Voy a abandonar? No sé si me conocéis, pero yo no abandono. No va en mi voluntad ni en mi carácter abandonar", respondió cuando le preguntaron por una posible dimisión. Además, aseguró que no escuchó a Mestalla pidiendo que se fuera.
Baraja, señalado
Los futbolistas recibieron una dura reprimenda de Mestalla. Cánticos de “esta camiseta no la merecéis” y “jugadores, mercenarios” provocaron que los pesos pesados se acercaran a uno de los fondos a hablar con los aficionados. Los pitos fueron aumentando, pero el mayor susto se lo llevó Rubén Baraja cuando abandonaba el feudo che.
Los futbolistas que iban saliendo de Mestalla también tuvieron que aguantar insultos, pero la peor parte se la llevó un Rubén Baraja que vio cómo una serie de aficionados comenzaron a correr detrás de su coche para recriminarle la situación del equipo. Obviamente no sucedió más que esto que acabó quedando en anécdota, pero el clima en Valencia ya es muy hostil.